El canto de los pájaros para mejorar el ánimo y la lucidez mental.

17.05.2020

Por estos días reflexionaba, en base a lo que voy experimentando (para los que conocen algo de PNL, mi canal dominante es el auditivo, pero eso es para otro capítulo), que en la medida que se iba "flexibilizando" el decreto de aislamiento, es decir, que algunas actividades iban volviendo a su "normal" funcionamiento, con ellas volvían los "ruidos", a los cuales de alguna manera nos habíamos ido acostumbrando. Sin embargo el "ruido" es un sonido no deseado.

Investigando y leyendo sobre este tema, comparto un pequeño resumen que puede ser de interés.

Las actividades humanas en general aumentan en aproximadamente 30 decibeles los niveles de ruido de fondo. El termino oficial para esta paisaje sonoro hecho por los humanos es "anthrophone". Los niveles de las actividades humanas han estado duplicándose cada treinta años aproximadamente, más rápido que el crecimiento de la población.

La gente puede habituarse al sonido, al menos en parte, hasta hay gente que no puede conciliar el sueño porque hay "demasiado silencio". Aunque es más difícil para alguien que sea sensible al ruido relajarse por completo en un medio urbano.

El hecho de que uno ya no note mas ciertos ruidos, no significa que nuestro cerebro ya no esté respondiendo, en algún nivel, a ellos. Los científicos y los reguladores públicos solían interesarse por la contaminación sonora por la amenaza de pérdida de capacidad auditiva, que es real y está pasando a muchos de nosotros cada vez a edad más temprana. Pero hasta en volúmenes drásticamente más bajos, el ruido plantea riesgos mucho más allá de nuestros conductos auditivos. En ciertos estudios, los voluntarios fueron conectados a monitores de electrocardiogramas mientras dormían con ruido de aviones, trenes y tráfico. Se despertaran o no, su sistema nervioso simpático reaccionaba dramáticamente a los sonidos, elevando los ritmos cardíacos, la presión arterial y la respiración.

El ruido ambiental disuade a las ondas alfa (*), porque tenemos que, o bien prestar atención a la intrusión o bien activamente resistirnos a prestarle esa atención, y eso también da trabajo.

(*) Las ondas alfa representan un estado de escasa actividad cerebral y relajación. Una persona que ha terminado una tarea y se sienta a descansar, se encuentra a menudo en un estado alfa; así como la persona que está dando un paseo, disfrutando del paisaje.

Kurt Fristrup, científico bioacústico, investiga los efectos negativos del ruido antropogénico en el público y en la vida silvestre, y también los efectos benéficos de su ausencia. El dice que todos interactuamos con nuestro entorno mediante los sentidos, de modo que la contaminación no solo afecta la estructura de nuestra vida, sino también nuestras conexiones con todo lo demás.

Newman y Taff (guardabosques convertidos en científicos sociales en el Departamento de Recreación, Parques y Dirección de Turismo que trabajan con el equipo de de Fristrup) decidieron unirse con Joshua Smyth, un psicólogo de la salud, bioconductista, también de la universidad de Pensylvania. Smyth está menos interesado en como el sonido molesta a la psique y más en cómo nos puede hacer sentir bien. ¿Pueden algunos sonidos ser una intervención o un antídoto para el estrés y la depresión?. Esta posibilidad atrae a Newman y a Taff porque el sonido natural es un recurso que los Parques (haciendo referencia a los PN) deben salvar antes de que sea demasiado tarde. Si nos hace bien, lo quieren saber. Ambos conocían la bibliografía sobre la naturaleza como restauradora de la psique, y les parecía que el sonido era un componente potencialmente poderoso, pero subestimado, de la naturaleza.

Basado en sus investigaciones, Smyth tiene varias recomendaciones para nosotros los sensibles: Tratar de reducir la exposición al ruido irritante mediante el uso de auriculares, el aislamiento en la oficina, etc.; si no es posible hacerlo, tratar de cambiar la actitud frente al ruido, y hacer un esfuerzo por experimentar sonidos positivos y lugares silenciosos.

Deberíamos pensar en los paisajes sonoros como una medicina - dijo -. Es como una pastilla. Es posible prescribir sonidos o caminatas en el parque del mismo modo que se prescribe hacer ejercicio. Hágalo veinte minutos por día como un planteo de por vida, o lo puede hacer como una intervención ante el estrés. De hecho, Smyth piensa que las intervenciones breves con base en la naturaleza podrían ayudar a la gente de forma eficiente. No a todo el mundo le gusta la naturaleza, pero a casi todo el mundo le gusta que disminuya el ruido, al menos cada tanto.

Por otro lado, John Ruskin, escritor y sociólogo Ingles, escribió: "no hay aire agradable que sea silencioso; es solo agradable cuando está lleno de bajas corrientes de sonidos menores: tresillos de pájaros, y el murmullo y los gorjeos de los insectos". En la medida que los sonidos de la naturaleza son apaciguadores para la mayoría de los humanos, tres en particular se destacan: el viento, el agua y los pájaros.

Los británicos aman tanto a los pájaros que la radio de la BBC pasa a diario un spot de noventa segundos con cantos de aves. Las estaciones de servicio de British Petroleum comenzaron hace un tiempo a poner grabaciones de pájaros en sus baños. "el objetivo era crear una conexión mental con la frescura" decía un informe publicado en un periódico.

Parece haber algo en esa idea de "frescura". Tal como lo plantea Julian Treasure, consultor británico en acústica, los pájaros cantan por la mañana, y nosotros asociamos ese sonido con la lucidez y la seguridad, un día en que todo está en orden en el mundo. Así es como hemos estado oyendo el canto de los pájaros a través de la evolución. Es cuando no oímos cantar los pájaros que algo malo está pasando. Además el canto de los pájaros es fortuito, aleatorio y no repetitivo, de modo que nuestros cerebros lo interpretan no como un lenguaje, sino como una suerte de disco de fondo. Treasure recomienda que todo el mundo escuche cantos de pájaro al menos 5 minutos por día.

Ciertos estudios en psicología que usan cantos de pájaro muestran mejoras en el ánimo y en la lucidez mental.